Travesía
El 25 de noviembre de 1956, desde el embarcadero del río Tuxpan, en el estado de Veracruz, México, el yate Granma inició su travesía hasta Los Cayuelos, a unos 2 kilómetros de la playa Las Coloradas, en la zona oriental de Cuba (actual municipio de Niquero, provincia Granma), donde encalló, el 2 de diciembre de 1956.

El 25 de noviembre de 1956, desde el embarcadero del río Tuxpan, en el estado de Veracruz, México, el yate Granma inició su travesía hasta Los Cayuelos, a unos 2 kilómetros de la playa Las Coloradas, en la zona oriental de Cuba (actual municipio de Niquero, provincia Granma), donde encalló, el 2 de diciembre de 1956.
La ruta del granma mapa interactivo e infografía
Imágenes de los 82 expedicionarios, organización por estado mayor y pelotones.




Imágenes y testimonios de expedicionarios (en texto), con descripción de la travesía, por días, y valoraciones sobre lo difícil que fue el trayecto.
Imagen y valoraciones de Fidel: “No nos detuvo la tempestad, no nos detuvo el riesgo de aquel barco hundiéndose, porque ni siquiera cuando aquel barco se iba hundiendo apartamos el rumbo de Cuba. Podríamos hundirnos en el camino. ¡Aceptado! Hundidos, está bien, pero no íbamos a retroceder”.
“¡Navegamos 1500 millas! Pasamos hambre, sed. Como a última hora tuvimos que partir de manera apresurada, llevamos poco alimento y escasa agua –el viaje se prolongó dos días (7 en lugar de cinco)- llegamos con una pulgada de combustible en los tanques… El desembarco fue muy difícil (…) Llegamos a un lugar pantanoso, los hombres se enterraban en el fango. Pasamos un trabajo tremendo”.
Imagen y testimonio del diario del expedicionario Pedro Sotto Alba: “El primer día fue una cosa horrible, comenzamos a vomitar cantidad. El yate estaba al irse a pique, pues hacía cantidad de agua y la turbina no daba abasto para sacar el agua. Estábamos sacándola con cubos. El timonel le dijo a Fidel que había que ir para tierra, porque si no nos íbamos a hundir. Fidel dijo que teníamos que continuar aunque nos hundiéramos. Hacía un viento y unas marejadas que eran más altas que el yate.”
Imagen y testimonio del expedicionario Ernesto Che Guevara, en su texto Pasajes de la guerra: “El barco entero presentaba un aspecto ridículamente trágico: hombres con la angustia reflejada en el rostro, agarrándose el estómago. Unos con la cabeza metida dentro de un cubo y otros tumbados en las más extrañas posiciones, inmóviles y con las ropas sucias por el vómito. Salvo dos o tres marinos y cuatro o cinco personas más, el resto de los 82 tripulantes se marearon.”
Imagen y testimonio del expedicionario Raúl Castro, diario: “Sólo un día y una noche fueron de calma. Hay que racionar los alimentos y el agua. Se pasa hambre.”
MAPA DE LA TRAVESÍA.
